Ante la presidenta Claudia Sheinbaum, este lunes se firmó el acuerdo con el cual desaparece el examen COMIPEMS (Comisión Metropolitana de Instituciones Públicas de Educación Media Superior) aunque UNAM y el Instituto Politécnico Nacional conservarán esta prueba para la admisión de estudiantes al nivel bachillerato.
En Palacio Nacional, la jefa de Gobierno de la capital, Clara Brugada; la gobernadora del Estado de México, Delfina Gómez Álvarez y rectores de las distintas universidades firmaron el acuerdo con el cual los estudiantes de tercero de secundaria tendrán un lugar garantizado en el nivel bachillerato, salvo en las Escuelas Nacionales Preparatorias de la UNAM y las vocacionales del IPN.
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De acuerdo con el secretario de Educación Pública, Mario Delgado, este sistema funcionará a partir de este año a partir de la convocatoria que se publicará el 14 de febrero a nivel metropolitano, de acuerdo a preferencias de los estudiantes, principalmente sobre las escuelas en sus cercanías y el instituto en el que deseen ingresar.
¿Cómo va funcionar el nuevo esquema de ingreso a Bachillerato?
“¿Cómo va a funcionar? Ya lo explico. Lo voy a repetir muy rápido. El 14 de febrero se publica una convocatoria para todas y todos los estudiantes de tercero de secundaria. Primero les decimos que ya tienen un lugar. A principios de marzo, todos y todas se van a inscribir en una plataforma, en esa plataforma los jóvenes van a decidir cuáles son sus prioridades. Cuáles son sus 10 prioridades, dependiendo de la cercanía de su domicilio o de la preparatoria que les gusta. En mayo cuando terminen sus estudios, ahí tienen ya su lugar”, dijo.
Por su parte, la presidenta Claudia Sheinbaum expresó que luego de décadas para que los jóvenes ingresaran a este nivel bachillerato y de una disgregación social para quienes lo han reprobado, finalmente todos los estudiantes que terminen el nivel secundario de estudios.
“Me da mucho gusto recibir a los rectores (para firmar el acuerdo), ya falta una rectora (...) Se me vino a la mente un número (su matrícula), 78, el número de la generación y se estaba recuperando el plan de estudios. Y en efecto cuando Mario lo mencionó recordé que se hacía un examen de admisión de la UNAM y muchos se quedaban fuera, un movimiento de rechazados que querían educación, había movimientos cada año, al menos había entrado al CCH Sur, en aquella época era una lucha permanente para ver quién se aceptaba de los rechazados”, cerró.
Con información de Víctor Ortega