El rito de los que se van y los que llegan en la presidencia de México es una tradición en el México contemporáneo, que cada seis años tiene una nueva versión en algunos casos corregida y aumentada, pero que no deja de impactar por la ceremonia en la que se da el intercambio de la banda presidencial entre quien deja el poder y quién lo asume.
Así ha ocurrido desde por lo menos los últimos 50 años, en los que los medios de comunicación han dado cuenta del ritual en qué los poderes de la Unión rinden pleitesía al Jefe máximo, que en este año tiene una particularidad, será la primera ocasión en qué una mujer asuma el mando de la mano de la exjefa de gobierno y ahora presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo.
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Rito político que tiene su origen desde el México independiente
La ceremonia de toma de posesión es una tradición en el sistema político mexicano, en la que los Tres Poderes de la Unión se reúnen en la Cámara de Diputados de San Lázaro para ser testigos del cambio de poderes, y además, dar su primer discurso ante los representantes del Poder Legislativo y Judicial y además ante todos los mexicanos.
Esa tradición proviene desde que México es una nación independiente, sin embargo, no fue institucionalizada hasta 1984, en que se promulgo la Ley sobre el escudo, la bandera y el himno nacionales, en la que específica en qué casos se utiliza la banda presidencial únicamente por el presidente (a) de la república, ya que es un símbolo del Poder Ejecutivo y solo él o ella pueden portarla, siempre por debajo del saco y solo en una ocasión por encima, que ocurre cuando se lleva a cabo la entrega-recepción del poder.
De Guadalupe Victoria hasta Andrés Manuel López Obrador
Los testigos de la portación de la banda presidencial datan desde el siglo XIX en imágenes de los retratos de los presidentes de México, desde Guadalupe Victoria, pasando por Antonio López de Santa Anna, Benito Juárez, Francisco I. Madero, Plutarco Elías Calles, Lázaro Cárdenas, Miguel Alemán, Gustavo Díaz Ordaz, Luis Echeverría, Miguel de la Madrid, hasta nuestros días con Vicente Fox, Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador, entre otros.
Mediáticamente, la entrega de la banda presidencial tomo relevancia en medios de comunicación cuando la televisión se hizo un medio masivo y además a color, es por ello, que te dejamos las últimas entregas de la banda presidencial desde Miguel de la Madrid hasta Claudia Sheinbaum Pardo.
El 1 de diciembre de 1988 fue un día que en apariencia sería un día de fiesta para el Partido Revolucionario Institucional (PRI) con la llegada de Carlos Salinas de Gortari, quién se había llevado los comicios de ese año, documentados ahora como un proceso viciado y con serias sospechas de fraude electoral cometido en contra del candidato de la izquierda, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.
Salinas de Gortari llegó y desde el momento en que tomó la banda presidencial de manos de Miguel de la Madrid, (uno de los presidentes más repudiados tras los sismos del 19 de septiembre de 1985), ejerció el poder de forma hegemónica hasta que su sucesor decidió ponerle un alto.
Eso ocurrió en diciembre de 1994, cuando el candidato del PRI, Ernesto Zedillo, quien llegó siendo el sustituto de Luis Donaldo Colosio, luego de haber sido asesinado de forma artera en Tijuana, decidió no continuar con el legado de Salinas y a pesar de recibir la banda presidencial y un apretón de manos, jamás volvieron a ser cercanos en la política, lo que abrió una caja de pandora que derivó primero en una crisis económica y después en la transición democrática en el año 2000.
Con la apertura del nuevo siglo, Ernesto Zedillo entregó no solo la banda presidencial, también el poderío del PRI y el poder a otra fuerza política, en este caso, al Partido Acción Nacional, con la llegada de Vicente Fox Quezada, uno de los mejores candidatos de la historia, aunque uno de los presidentes más mediocres en el primer sexenio del siglo XXI
Ese legado y mediocridad le pasó factura en el 2006, ya que la victoria del candidato de Acción Nacional, Felipe Calderón estuvo plagada de irregularidades y de un tufo a fraude electoral como el de 1988, ante el entonces aspirante de la izquierda, Andrés Manuel López Obrador, quién desconoció el triunfo de Calderón por apenas 0.36 por ciento y generó que la toma de protesta fuera un hecho bochornoso en el que el nuevo presidente tuvo que entrar por la puerta de atrás y rendir protesta ante la cámara tomada por la izquierda, que exigía un voto por voto, cosa que no ocurrió.
Seis años después, el 1 de diciembre, el partido en el poder no pudo mantener la presidencia, esencialmente por la guerra contra el narcotráfico que desde entonces ha ido en aumento, y por la falta de un candidato fuerte por parte del presidente Calderón, sus más cercanos perfiles murieron en dos accidentes aéreos, Juan Camilo Mourinho y Francisco Blake Mora, eso derivó en el regreso al poder del PRI en manos de Enrique Peña Nieto, sexenio que duró apenas dos años, ya que tras la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa ocurrido el 26 de septiembre de 2014, el sexenio prácticamente acabó para él y su partido.
Entonces, el 1 de diciembre de 2018 llegó por primera vez la izquierda en manos de Andrés Manuel López Obrador, tras dos intentonas en las que estuvo muy cerca de conseguir si objetivo, por fin ese año, consiguió la victoria de forma aplastante con un margen de más de 30 millones de votos, lo que lo convierte en uno de los mandatarios más poderosos y populares de la historia contemporánea de México.
Ahora, pasadas las 11 de la mañana de este martes 1 de octubre, la primera presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, hizo historia al rendir protesta como mandataria de México en más de 200 años de independencia como nación.
El momento es simbólico, siendo flanqueada por cuatro cadetes mujeres del Heroico Colegio Militar y recibiendo la banda presidencial de la presidenta del Congreso de la Unión, Ifigenia Martínez, histórica luchadora de la izquierda en México junto con otros pensadores como Cuauhtémoc Cárdenas, Heberto Castillo, Porfirio Muñoz Ledo y desde luego, el presidente saliente, Andrés Manuel López Obrador.