En la idiosincrasia mexicana la figura de una dama elegante vestida de negro que acompaña a los muertos es una de las tradiciones más recordadas y repetidas por generaciones y generaciones, aprovechando las festividades por el Día de Muertos en México, el cual se celebra cada 2 de noviembre.
Esa figura elegante y sobria, representa la transición entre la vida y la muerte, la aceptación que todo ser humano (y más si se es mexicano) debe tener sobre la muerte, ese paso entre la vida terrenal y lo que viene más allá, quizá en el Mictlán o en el paraíso celestial.
Y lo más interesante es que esa representación es colorida, llena de misticismo, digna de ser plasmada por pintores, formada por escultores, escrita por literatos y desde luego, musa de millones de mujeres y hombres, que el 2 de noviembre, salen con sus rostros pintados de calaveras y trajes elegantes a las calles para pedir calaverita.
Legado de México para el mundo
El origen de la llamada “Catrina” se remonta a 1910, año de plena Revolución Mexicana, en el que el grabador, ilustrador y caricaturista mexicano, José Guadalupe Posadas, dibujo a la que es considerada la primera ilustración de ella., “La Calavera Garbancera”
Un esqueleto ataviado con un elegante vestido francés, completo con maquillaje blanco, un sombrero elegante y una boa de plumas, la intención del maestro posadas era representar una crítica a las mujeres de la alta sociedad de aquella época, interesadas más en sus atuendos y posición social que en el hervidero que significaba la Revolución Mexicana en las calles y que además menospreciaban las costumbres mexicanas por las europeas.
En 1947, Diego Rivera incorporó esta figura a su mural. Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central.
Entre las muchas personas del mural, la colocó entre Frida Kahlo y José Guadalupe Posada.
Ahora, la representación de la Catrina significa la esperanza y la resiliencia entre quienes han perdido a un ser querido en circunstancias difíciles, les ayuda a pasar el trago amargo con una sonrisa, además de recordar que en el Día de Muertos, las personas siguen vivas en el corazón y mente de sus seres queridos.