La oaxaqueña y diputada federal de Morena, Mariana Benítez Tiburcio, propuso tipificar el delito de acecho, también conocido como stalking, y castigarlo con prisión de uno a 6 años de prisión al que acose, hostigue o aceche a una persona de forma reiterada, sin estar legítimamente autorizado, alterando el normal desarrollo en la vida cotidiana de la víctima o generando en ésta un estado de miedo, angustia o inseguridad.
En la adición al 287 Ter, también se señala que las penas previstas en el artículo anterior se agravarán hasta en una mitad, cuando la conducta sea cometida en contra de un menor de edad, personas con discapacidad, adultos mayores o mujeres embarazadas; si el acecho ocurre en un contexto de violencia de género o discriminación; entre otras circunstancias específicas.
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En la iniciativa, que adiciona diversas disposiciones al Código Penal Federal, la legisladora señala que, el stalking o acecho implica ser perseguido repetidamente de una manera que hace que una persona razonable tema por su seguridad, y añadió que este fenómeno presenta “un aspecto conductual, que son las repetidas conductas de persecución, y otro emocional, que es el daño sufrido por la víctima en forma de miedo”.
Benítez Tiburcio destacó que las acciones de los acosadores suelen presentarse como inofensivas cuando se analizan de manera aislada, pero que, acumuladas en el tiempo, “generan un escenario de hostigamiento sistemático que impacta severamente la integridad emocional, social e incluso física de la persona afectada”.
“Al tipificar el acoso como delito, el derecho penal no solo busca sancionar al agresor, sino también prevenir escaladas de violencia y enviar un mensaje de protección a la sociedad. Su regulación permite herramientas legales ágiles, como órdenes de restricción, y reconoce el impacto de las nuevas tecnologías en el ciberacoso, adaptándose a formas modernas de hostigamiento” indicó.
La diputada federal subrayó que el acecho no es un fenómeno reciente, pues “ya existía antes del internet”, citando el caso de la actriz Rebecca Schaeffer, asesinada en 1989 por un acosador. Recordó que ese crimen llevó a que todos los estados de Estados Unidos tipificaran el stalking como delito, siendo California el primero en 1990.
En la exposición de motivos, la diputada advirtió que el uso de tecnologías ha ampliado las formas de acecho. “Cuando el acecho se comete mediante dispositivos electrónicos en el ciberespacio, se le ha denominado cyberstalking o ciberacoso”. Esto, dijo, constituye una “invasión sistemática a la privacidad donde el agresor utiliza plataformas en línea para humillar, amenazar o causar daño psicológico”.
La legisladora citó datos del INEGI que muestran la magnitud del problema en México: “En 2020, 9 millones de mujeres y 7.1 millones de hombres reportaron haber sido víctimas de ciberacoso”.
Argumentó que, en algunos estados como Coahuila, Guanajuato y Tamaulipas ya han tipificado el delito de acecho, lo que demuestra la viabilidad jurídica de la propuesta que busca “reconocer la gravedad del acecho como una forma de violencia, garantizar el derecho a la seguridad y prevenir daños mayores mediante un marco legal adecuado y acorde con la realidad actual”.