Si algo define muy bien a Oaxaca, es su belleza natural y sus innumerables paisajes, además de su riqueza cultural, gastronómica y artesanal, que le dan un atractivo muy especial para los millones de visitantes que año con año se dan cita en las ocho regiones que componen el estado.
Pero los atractivos de OAXACA, también incluyen sitios de turismo religioso y arqueológico, uno de esos sitios de la cultura zapoteca, que por siglos, reinaron los territorios de la vieja Antequera, está enclavado en las calurosas y húmedas tierras del Istmo de Tehuantepec, en el litoral del Pacífico oaxaqueño.
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Nos referimos al sitio arqueológico de Guiengola (piedra grande en zapoteco), una de las ciudades más importantes de la cultura zapoteca en el periodo postclásico mesoamericano, más o menos entre los años 1350 y 1521 d.c.
Guiengola permanece como una ciudad escondida en medio de la selva baja oaxaqueña del Istmo de Tehuantepec, hasta ahora se han localizado y ubicado cerca de 50 asentamientos habitacionales de aquella época, que sirvieron, de acuerdo con los investigadores del Instituto Nacional de Arqueología e Historia (INAH), como una ciudad de alojamiento para los residentes zapotecas de los Valles Centrales, que recibían la presión de los Mexicas, obsesionados con mano de obra y recursos.
Guiengola vio su fin a manos de los invasores españoles, quienes desembarcaron en Veracruz en 1519 y avanzaron por el Istmo hasta llegar a esta ciudad poderosa que confirmaba una alianza entre zapotecas y mexicas, enfrascados en hacerse de más territorio al sur en Guatemala y por la importancia de las cosechas de cacao en aquella región.
Esos planes se vienen truncados por la lucha conjunta en contra de los invasores, situación que no llegó a buen puerto, por lo que en años posteriores, la ciudad quedó abandonada y le dio paso al proceso de evangelización con la creación a poca distancia de ahí, del Convento de Santo Domingo Tehuantepec, en manos de la orden dominica.
En la actualidad, Guiengola se encuentra a unos 14 km al noroeste de Tehuantepec, en el municipio de Santo Domingo Tehuantepec, los restos de la ciudad cuentan con murallas, casas, canchas de juego de pelota, tumbas, y un gran "Palacio" con estanques artificiales y terrazas.
En el centro del sitio hay dos plazas y dos pirámides, una al este y otra al oeste, con una extensión aproximada de 360 hectáreas, con más de mil 100 estructuras, incluyendo templos y barrios diferenciados socialmente.
Guiengola es un ejemplo notable de la complejidad urbana y la riqueza cultural de la civilización zapoteca, ofreciendo una visión muy interesante de la vida en Mesoamérica antes de la conquista española.
Horarios y acceso a Guiengola en el Istmo de Tehuantepec
El sitio arqueológico está abierto de lunes a domingo de 9:00 de la mañana a las 18:00 horas de la tarde. La entrada es gratuita.
Recuerda que el clima es soleado y caluroso, por lo que se recomienda evitar las horas de sol intenso. Llegar temprano o en la tarde es ideal.
Lleva un sombrero, un abanico, zapatos cómodos, repelente de mosquitos, suficiente agua y algunos snacks para evitar la deshidratación y que lleves algo en el estómago ya que en el sitio no hay restaurantes, solo algunos locales comerciales.
Aunque no hay muchos guías, los disponibles están bien capacitados, contratar uno puede ser muy útil para entender mejor el sitio.
Para llegar a Guiengola lo mejor es llegar en automóvil, desde la carretera Oaxaca-Tehuantepec, se toma la desviación a Guiengola cerca de Jalapa del Marqués, o bien, puedes contratar un taxi.
Una vez que llegues al punto de partida en la entrada, hay una caminata de aproximadamente una hora hasta el sitio arqueológico.