Un turista proveniente de la Ciudad de México, fue "invitado" a desalojar un pedazo de playa en Huatulco, en la que un conocido restaurante pone sus sillas y mesas en la playa que es pública, indicando al visitante que no se podía quedar ahí, a lo que el turista les advirtió que no lo haría porque era su derecho.
El lamentable suceso corrió frente a la playa Maguey, una de las más concurridas en este periodo vacacional y durante todo el año en el destino turístico de playa más importante de Oaxaca; afortunadamente para el visitante, un conocido influencer de la zona, apodos como Drone Huatulco, se acercó al lugar para entrevistar al agraviado, lo que se alguna manera "asustó" a quienes lo estaban hostigando por quedarse en la playa.
El hombre confesó que suele ser un visitante habitual de Huatulco, dijo que en esta ocasión viajó para este sitio porque Acapulco está muy golpeado por el paso del Huracán Otis, y por ello, decidió viajar para Oaxaca con el ánimo de dejar atrás el clima frío de la capital por el soleado de la playa huatulqueña.
Sin embargo, al llegar a la playa y dejarse una cosas en la arena, se topó con la novedad de que un empleado de un restaurante instalado en la playa, le comentó que no podía quedarse ahí, porque ese lugar lo utilizaban para poner sillas y mesas del local, a lo que el chilango le respondió que no lo haría.
El empleado se retiró, solo para que el dueño del local caminara hacia el sitio en el que se encontraba el visitante, y le dijera ya en un tono más enérgico, que se retirará de ahí porque en ese sitio se colocan sus muebles para venta, a lo que el turista le volvió a insistir que no lo haría porque estaba en una playa pública y por órdenes del presidente López Obrador, todos los mexicanos pueden sentarse o pasar son que sean molestados.
"Vino el encargado y me dijo: aquí no te puedes quedar porque nosotros ponemos mesas. Y le respondí, sí, pero esto es playa pública y aquí me voy a quedar”, agregó el denunciante, quien señaló que le estaban “advirtiendo”.
Amenaza con denunciarlos y paran el problema
Tras ese incidente, el señor se quedó en la playa, los empleados no instalaron la carpa que tenían pensado poner y tras la llegada del influencer, optaron por dejar las cosas en paz, a sabiendas de que el turista les respondió que en caso de que lo volvieran a molestar, denunciaría ante las autoridades municipales al local por discriminación y molestias a su persona.
Al final, el influencer termina diciendo en el vídeo que compartió en redes sociales, que no se vale que el propio comercio local ahuyente de esta manera a los turistas, ya que mientras unos se ganan la vida e intentan levantar dos ventas en este periodo de vacaciones, otros como los encargados del local de comida, amedrenten y ahuyenten a la gente que va a las playas.