Tal y como sucedió con el exgobernador de Baja California, Jaime Bonilla, diputados morenistas buscan homologar la elección estatal con la federal en el año 2030, con el fin de llevar a cabo ahorros en los procesos y además, establecer la paridad de género en este cargo de elección popular, por lo que el mandatario (a) que sea electo (a), solo estaría un periodo de dos años para dejar el cargo en el 2030.
Las y los diputados de la bancada de Morena, presentaron una reforma a la Fracción I del artículo 25 de la Constitución del Estado, para homologar dicho proceso, en el 2028, con los comicios federales y que, por única ocasión, el cargo de la persona que gane la gubernatura, dure solo 2 años.
La Gobernadora o Gobernador que se elija el primer domingo de junio del año 2028, iniciará su periodo el 1 de diciembre de 2028, y concluirá el 30 de noviembre de 2030.
En este sentido, las y los legisladores del movimiento señalaron que estarían ahorrando cerca de 350 millones de pesos, al empatar dicho proceso con el de diputados locales y presidentes municipales.
La concurrencia con elecciones federales de 2030
Los promoventes establecen que en la Constitución Local se encuentra prevista una elección de Gobernadora o Gobernador del Estado, coincidente con las elecciones federales, por lo que resulta sumamente importante homologarla con las elecciones federales, para lo cual se propone reformar el artículo 25, de la Constitución.
Con la finalidad de que se estipule la concurrencia con los comicios federales de todas las elecciones locales, estipulando que por única ocasión la Gobernadora o Gobernador que se elija el primer domingo de junio del 2028, iniciará su periodo el 1 de diciembre de 2028 y concluirá el 30 de noviembre de 2030, es decir, por un periodo de dos años, en sustitución de Salomón Jara.
A este respecto ya comenzaron a sonar las voces disruptivas que en la iniciativa hay un "plan con maña" del actual gobernador, ya que para la siguiente elección por el principio de equidad de género, le tocaría a una mujer contender por el puesto de gobernadora, y no habría problema, solo que gobernaría por dos años y después nuevamente le tocaría a un hombre.
“La buena administración del proceso y la optimización de los recursos materiales y humanos de las autoridades administrativas constituyen una finalidad vinculada directamente al principio de certeza y a la eficacia de las elecciones, pues se encaminan a lograr que las actividades del proceso no se paralicen o no dejen de llevarse a cabo, sino que, por el contrario, a pesar de su complejidad, puedan desarrollarse de forma eficaz y ordenada”, sostuvieron.