La Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO), informó sobre la detención de un sujeto apodado como “El Mochilas”, delincuente que formaba parte de una célula de secuestradores que en los años 90 sembró el terror en la Mixteca poblana y se ocultaba en poblados cercanos a Oaxaca.
Modesto R. C. alias “El Mochilas” fue detenido en territorio oaxaqueño con apoyo de elementos de la Fiscalía de Puebla, de acuerdo con la información provista por medios de comunicación, la detención se habría llevado a cabo cerca de Tlaxiaco y llamó mucho la atención porque el sujeto se escondió por más de 30 años sin que nadie pudiera detenerlo o ubicarlo.
“El Mochilas” es el segundo de la célula de secuestradores que ha sido detenido en los últimos meses, en julio de este año otro miembro de ese grupo delictivo conocido como “La Marchanta” o “El Alcohol”, fue aprehendido por elementos de la Fiscalía de Oaxaca tras estar prófugo de la justicia y quien se refugió en comunidades oaxaqueñas por largo tiempo.
Modesto R, fue detenido debido a una orden de aprehensión girada en su contra por homicidio en 1997, pero se especula que pesan por lo menos una decena más de investigaciones por delitos de alto impacto, relacionados con el secuestro.
Al imputado se le comunicaron los motivos de su detención, derivada de un mandato judicial emitido por el Juez de lo Civil y de lo Penal del Distrito Judicial de Izúcar de Matamoros, en el estado de Puebla y cumplimentado en el municipio de Santiago Juxtlahuaca.
A lo largo de la década de los 90, la banda que integraron los hermanos conocidos como “El Mochilas” y “La Marchanta” provocó el terror en la zona de la Mixteca, particularmente en el municipio de Izúcar de Matamoros, pues se caracterizaba por tener un comportamiento con extrema violencia en los delitos que cometían, particularmente secuestros y homicidios.
Recordar que, en aquella época, el delito de secuestro era uno de los focos rojos en todo el país, en una época en que Daniel Arizmendi López conocido como “El mochaorejas” sembró el terror por la forma en que actuaba con las víctimas.
La banda a la que pertenecían “El Mochilas” y “La Marchanta” se caracterizaba por un comportamiento violento y sanguinario, llegando incluso a enfrentarse en varias ocasiones con policías de la región cañera de Puebla; sin embargo, nunca fueron detenidos, y se escondieron en Oaxaca, sin que nadie les hiciera sombra.
De acuerdo con versiones de los pobladores, ambos secuestradores, originarios de la comunidad de Las Minas, encerraban por siete días a sus víctimas, las cuales eran mayoritariamente comerciantes, en un inmueble que se encuentra en lo alto de un cerro y ahí los mantenían cautivos mientras cobraran los rescates.