El invierno es una de las temporadas más festivas para millones de mexicanos, es una de las épocas que permiten llevar a cabo actividades en familia y desde luego son una oportunidad para disfrutar de la nieve y climas gélidos en zonas montañosas que invitan a vacacionar en esos lugares.
Pero, por otro lado, el “team calor” no le agrada despertar con los pies helados, o llevar todo tipo de ropa para aminorar el frio en sus cuerpos, es evidente que no a todos les gusta el frío y hay que hacer de todo para poder entrar en calor, y una de esas formas es con la ingesta de bebidas calientitas y calditos sabrosos para no ceder ante el frio que ya está pegando con todo.
Y Oaxaca es uno de los estados más agraciados en cuanto a gastronomía y preparación de bebidas de todo tipo y en todo el estado es muy común ingerir y hacer atoles, la bebida calientita junto con el café de olla, que esta presente en todos los hogares oaxaqueños y cuando de un gusto se trata, un sabroso chocolate con pan de yema, es indispensable.
¿Cómo preparar atole blanco oaxaqueño?
En este caso te daremos la receta para hacer un atole rico, barato y muy fácil de hacer en casa, un atole blanco muy rico y listo para acompañar un pancito de yema.
La preparación del atole blanco oaxaqueño es muy sencilla, solo tenemos que conseguir elote, agua potable, canela y azúcar o piloncillo, además de leche.
La preparación es simple, se lavan y parten los elotes, después se desgranan como si quisiéramos hacer maíz para esquites.
Una vez que hicimos este proceso, ponemos a hervir tres litros de agua potable con la canela suficiente para impregnar la cantidad de agua que está hirviendo.
Es importante poner la mitad de agua con la mitad de leche y ponerle la azúcar o el piloncillo.
Mientras hierve el agua y la leche, ponemos los granos de lote en la licuadora y molemos con un poco de agua y leche del contenido de la olla.
Integramos el contenido de la molienda al agua y leche caliente junto con la canela y movemos hasta que espese y listo, ya tenemos un rico atole fácil, económico y muy ad-hoc con la temporada, solo resta un panecito y con eso se reinicia la vida.