Un día como hoy, pero de 1991, murió una de las máximas figuras artísticas de OAXACA y México entero, que no solo fue trascendental en la cultura y arte del país, su trabajo trascendió más allá de los tiempos y es una personalidad que es muy importante en la vida pública y cultural de la Verde Antequera, nos referimos al pintor, escultor y grabador oaxaqueño, Rufino Tamayo.
No por nada es reconocido como el artista más grande nacido en Tlaxiaco, en la Mixteca, y avecindado en la Verde Antequera, es decir, en la ciudad de Oaxaca de Juárez, cuya obra está inspirada en los paisajes tanto de su estado natal como de la Ciudad de México, lugar al que se mudó cuando era un jovencito.
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El maestro Rufino Tamayo reconocido como el artista de las sandías
Crecer en este entorno, rodeado de artesanía, textiles, cerámica y una vida cotidiana marcada por la mezcla de tradiciones indígenas y mestizas, marcó profundamente su visión estética, que ha quedado plasmada en sus cientos de obras que actualmente alcanzan cifras estratosféricas.
La obra de Rufino Tamayo se caracteriza por fusionar elementos de la tradición precolombina y la cultura mexicana con las corrientes del arte moderno internacional, desarrollando un estilo propio que lo distingue de otros grandes muralistas de su época.
Durante su niñez, perdió a sus padres y quedó huérfano, razón por la que se mudó a vivir a casa de sus tíos, quienes eran comerciantes en el popular Mercado de la Merced en el entonces Distrito Federal, en ese lugar le tocaba acomodar la fruta, especialmente sandías, ese episodio lo marcó de por vida, tanto que su obra artística está llena de colores e imágenes de sandias, por lo que es reconocido como el artista de las sandías.
Para Tamayo, la sandía no solo representa su adolescencia y la sensualidad despierta en su vida, también evoca el sacrificio ritual y la ofrenda, elementos presentes en la cultura prehispánica mexicana. Además, su color rojo y verde remite a los colores de la bandera mexicana, reforzando su identidad nacional, algo que es palpable durante toda su vida y que le sirvió como un símbolo de conexión entre sus raíces zapotecas y la cultura mexicana.
Genio y figura reconocido en OAXACA y en todo el mundo
Su amor por Oaxaca y sus tradiciones lo convierten en una figura emblemática que representa el espíritu creativo de la Verde Antequera, y gracias a ello, en 1974 se fundó el Museo de Arte Prehispánico que lleva su nombre y alberga una colección de más de mil piezas arqueológicas de diversas culturas prehispánicas mexicanas, seleccionadas y donadas por Tamayo y su esposa Olga.
El brillo del maestro zapoteco se eclipsó un 24 de junio de 1991 en la ciudad que lo vio crecer y realizarse como creador, el Distrito Federal, por causa de un infarto agudo al miocardio tras contraer una neumonía que lo puso al borde de la muerte.
Su obra después de esa fecha, creció y se hizo muy lucrativa, como muestra está la venta de una de sus pinturas al óleo, "Rebanadas de Sandía" que en el 2011 fue vendida en más de dos millones de dólares durante una subasta de la reconocida casa de subasta Sotheby's; en aquella noche las arcas del Museo de Arte Moderno (MoMA) de Nueva York, se llevaron al bolsillo cerca de 3 millones de dólares en una sola noche.