La temporada de avistamiento de luciérnagas está por comenzar y, con ello, la búsqueda de lugares en Oaxaca para observar este espectáculo natural.
Estos insectos luminiscentes viven en entornos cálidos y emiten destellos de luz en su abdomen, gracias a una reacción química en su cuerpo, ofreciendo una experiencia única para quienes las observan.
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En Oaxaca uno de los escenarios ideales para apreciar el espectáculo es San José del Pacífico, al suroeste de la entidad, debido a sus condiciones climáticas. La temporada inicia a mediados de junio y se extiende hasta agosto.
Para disfrutar la experiencia es recomendable vestir ropa oscura, evitar llevar calzado o prenda con reflejantes o colores fosforescentes o llamativos, mantenerse en silencio, no usar repelentes y portar zapatos antiderrapantes o botas para lluvia.
El lugar con una población aproximada de 700 habitantes, además ofrece diversas actividades para los amantes del ecoturismo, como senderismo, paseos en tirolesa y visitas panorámicas del paisaje.
Está rodeado de bosques de pino y encino; además de encontrarse aproximadamente a dos mil 350 metros sobre el nivel mar.
¿Por qué brillan las luciérnagas?
Las luciérnagas son insectos que durante su vida adulta producen luz gracias a una sustancia llamada luciferina, la cual segregan de manera exclusiva en este periodo.
El ritmo con el que "prenden y apagan" esta luz, así como las ráfagas bioluminiscentes, forman parte de la estrategia para llamar la atención de otras luciérnagas y asegurar su reproducción, explica la Secretaría del Medio Ambiente de la Ciudad de México.
Una vez que culmina el cortejo y se conforma la nueva pareja, ambos insectos sincronizan su luz, aunque en ocasiones, toda la colonia de luciérnagas pone su luz en sintonía, según señaló la dependencia.
Estos insectos luminosos pertenecen a la familia de los escarabajos y habitan en bosques tropicales y templados. Suelen vivir como larvas hasta dos años y se alimentan de lombrices, caracoles y otros bichos que estén relacionados con la descomposición de la madera.
Al llegar a la vida adulta, pasan de vivir en la corteza de los árboles o madrigueras a la cima de plantas; además su alimentación cambia para consumir néctar y polen. Se cree que una vez alcanzado este periodo, las luciérnagas viven sólo una semana.
En México existen más de 80 especies endémicas de luciérnagas y pueden apreciarse en los meses de mayor lluvia, luego de que el sol se ha ocultado por completo.